Si estás interesado en nunca lograr nada profesional como cantante, compositor, cantautor, productor musical, manager, etc., es importante que cumplas con alguno o todos estos pasos para aumentar la posibilidad de que jamás vivas de la música.
1. Nunca firmes un contrato
Para lograr tus objetivos como artista, es necesario e importante crear lazos profesionales con productores musicales, otros músicos, venues, etc.
En este tipo de relaciones de trabajo -como por ejemplo con un productor musical- la costumbre es que el artista o un inversionista pague los honorarios al productor musical por sus servicios para producir una o varias canciones.
Las canciones son producidas por el productor musical.
El artista o el inversionista paga al productor por sus servicios.
Entonces, se supone que el artista, una vez pagándole al productor musical, puede hacer uso de las canciones producidas, de las grabaciones, las cuales en en el negocio de la música se les conocen como masters.
Pero si tu objetivo es posicionar alguna de las canciones y que luego el productor reclame parte o el total de la titularidad de los masters, no firmes un contrato con el productor.
De esta manera, estarás en una situación en la que tendrás que negociar con el productor musical para poder usar los masters en Spotify, YouTube, Apple Music, etc., e incluso para maquilar discos. Y si no hay un acuerdo claro, y el productor registró los masters a su favor, no podrás usar “tus” masters.
2. Si te dan un contrato para firmar, fírmalo sin revisarlo detalladamente
La persona a la que le firmarás el contrato es amable, te ha tratado bien, tiene “buena vibra”, y hasta firmaste el contrato en un bar y él pagó. ¿Qué puede salir mal?
El contrato en la cláusula décima dice que cedes los derechos de tus masters al manager o a la compañía discográfica. Y por lo tanto, cualquier ingreso que se genere por la explotación de las canciones, le corresponde únicamente a ese manager o a esa disquera.
Así que si tu objetivo es no recibir nada de dinero por la explotación de las canciones a través de cualquier medio, firma el contrato sin leerlo.
Tú confía en la gente, en el universo, y que la galaxia M53 tiene un plan mejor para ti.
3. Si te dan a firmar un contrato, aunque no entiendas nada de lo que dice, fírmalo
No consultes a un abogado especialista en el negocio de la música, ni a un manager que realmente conozca el tipo de negociación que estás haciendo a través del contrato.
Confía en tu instinto, en que la fuerza te acompaña, no te preocupes por aclarar ese término raro que dice “exclusividad”. ¿Para qué? “5 años de retención” ¿Qué es eso? No importa. Lo importante es demostrar en ese momento que por sobre todas las cosas hay que hacer música, sin importar el negocio, que eres un artista entregado al arte por amor incondicional.
Si en tres años te vuelves famoso, tienes 20 millones de plays, conciertos cada fin de semana, pero no tienes para pagar la renta o comprarte ropa, no importa. Siempre recordarás ese momento en que feliz firmaste tres páginas cuyo texto no entendías por ningún lado.
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